Agua FUENSANTA vs. Agua del grifo

¿Alguna vez te has planteado por qué no beber agua del grifo? Es probable que hayas priorizado su bajo coste para anteponer su consumo al del agua embotellada. Sin embargo, has de conocer las razones por las que lo más recomendable es beber agua mineral natural. Como la de FUENSANTA.

Las aguas de FUENSANTA se denominan “aguas minerales naturales”. Se caracterizan por tener un origen profundo (no superficial), por estar libres de contaminación (pureza original), tener una calidad microbiológica garantizada, una composición química estable o constante y por mostrar efectos favorables para la salud del consumidor. Todo esto las posiciona en términos de calidad por encima del resto de aguas envasadas (de manantial y potables preparadas) y no envasadas (como las del grifo o las filtradas, servidas en algunos restaurantes). La composición del agua del grifo puede estar sujeta a variaciones y se encuentra más expuesta a la contaminación, al tratarse de un agua de origen mucho más superficial. Su carácter saludable no está asegurado y necesita ser tratada químicamente para desinfectarla y que pueda ser apta para consumo humano. Después del tratamiento, esta agua realiza un largo recorrido a través de los sistemas de conducción y tuberías de la red pública hasta llegar al consumidor, que no puede conocer la composición en el momento de su consumo.

Por el contrario, las aguas de FUENSANTA, al provenir de un acuífero profundo, tienen una pureza garantizada por las características del yacimiento del que proceden. Se ha de tener en cuenta que las aguas de FUENSANTA se captan actualmente a 300 metros de profundidad, después de haber estado mineralizándose durante un período de más de 10.000 años. Su composición estable permite clasificarlas como aguas minerales naturales de mineralización débil-hiposódica, lo que las convierte ideales para el consumo de todos los segmentos de la población, incluyendo niños, ancianos y personas inmunodeprimidas. Además, se envasa a pie de manantial sin que medie ningún tratamiento químico, lo que mantiene sus propiedades minerales intactas. 

En definitiva, podría decirse que las aguas de FUENSANTA poseen una “fórmula fija”, dado que su composición química no varía en el tiempo. Es esto lo que garantiza que cada vaso de agua FUENSANTA contenga exactamente la misma cantidad de elementos químicos, beneficiosos para tu salud.

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