FUENSANTA y la Universidad de Oviedo han presentado “El balneario campestre curativo de Fuentesanta (Buyeres-Nava-Asturias)”. La obra, un ensayo interpretativo escrito por los profesores Elías Carrocera Fernández y José Ignacio San Vicente González de Aspuru, acredita el uso medicinal que los romanos hacían del actual balneario de Fuensanta.
«Hemos hecho una anastilosis (reconstrucción de un monumento antiguo por medio de la reunión de sus partes o fragmentos dispersos) que refrenda un balneario campestre muy básico, el precedente de la utilización de las aguas mineromedicinales de Buyeres de Nava desde, por lo menos, el siglo IV», explica Carrocera.
«Creemos que la utilización del agua está relacionada con la observación de animales autocurándose, lo que llevaría a emplearlas como sanadoras», apunta Carrocera. A partir de esta observación, los habitantes del lugar habrían empezado a usar las aguas con fines curativos hasta época romana, cuando se crea el primer balneario en el entorno de Buyeres.
A ello suman un tesorillo de monedas hallado durante las obras de construcción de las actuales termas, en el siglo XIX, conforma “el pago por una sanación como agradecimiento o una petición de curación de una enfermedad”, sugiere Carrocera, quien avanza que desde época medieval la Iglesia sacraliza el lugar: «Se hacía mucho en lugares de paganismo, se cristianiza y de ahí viene el actual topónimo de Fuensanta, fuente santa», concluye.
Pocas aguas pueden presumir de tener tanta y tan buena historia como las aguas de FUENSANTA. Durante más de 1.500 años, nuestras aguas han estado al servicio de la sociedad. Hoy conservan todas sus propiedades minero-medicinales y continúan contribuyendo a la salud de todos.