Pudiera parecer increíble, pero es real: el agua de FUENSANTA brota de un manantial subterráneo sin que medie manipulación humana alguna hasta el embotellado. Se extrae de un acuífero situado a 300 metros de profundidad y es rica en bicarbonatos. También presenta otros elementos que la hacen única y la dotan de sus propiedades minero-medicinales. Cada uno de ellos posee una función específica para el organismo, de tal modo que el agua FUENSANTA se convierte en la mejor de las opciones para llevar un estilo de vida saludable. ¿Quieres saber los motivos? ¡Sigue leyendo!
Facilita la digestión gracias a los bicarbonatos, que neutralizan la acidez de estómago y mejoran la actividad de la vesícula y el hígado. Además, los sulfatos, que poseen beneficios para la piel, también contribuyen al correcto funcionamiento del aparato digestivo.
Es fuente de energía natural y aumenta el rendimiento físico e intelectual. El magnesio es un mineral necesario para la adecuada actividad de los sistemas muscular y nervioso, y su déficit ocasiona cansancio y fatiga.
Fortalece huesos y dientes. El calcio forma parte del agua FUENSANTA y contribuye a una correcta mineralización ósea. Huesos y dientes “respiran” aliviados cada vez que bebes agua procedente de nuestro manantial.
Favorece el desarrollo y la formación de nuestros tejidos. Gracias a la presencia de silicio, cuya función es generar colágeno, que se encarga de unir los tejidos conectivos: piel, músculos, ligamentos, uñas etc. actuando como un elemento de sostén. Su ingesta ayuda a mantener la piel tersa y suave o evitar la caída del cabello, dos aspectos necesarios para lucir jóvenes y saludables.
Su mineralización única hace que sea ideal para tomar durante el embarazo y la lactancia, para la alimentación infantil y dietas bajas en sodio. Esto sucede gracias a su pureza, equilibrio y ausencia de calorías. También está recomendada para bebés, niños y adolescentes, debido a su mineralización débil y su bajo contenido en sodio. Hemos de recordar que este mineral, aun siendo necesario en nuestras dietas, conduce a un mayor riesgo de hipertensión y, con ello, de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, cuando se halla en proporciones altas. Igualmente, el agua FUENSANTA es perfecta para nuestros mayores, pues mantiene la temperatura corporal y contribuye a reforzar huesos y articulaciones.
Por si fuera poco, el agua FUENSANTA posee potasio, clave para que las células se desempeñen adecuadamente, así como para que lo hagan todo nuestro tejido y órganos. También, cloruros, que ostentan propiedades tranquilizantes y balsámicas. Con todo, el agua FUENSANTA permite también cuidar nuestros riñones, ayuda al control del colesterol y también reduce la ansiedad.
Después de haber llegado hasta aquí, queda bastante claro por qué es más que recomendable beber agua FUENSANTA: nuestra salud lo agradecerá. Toma buena nota de ello.
