Anteriormente, ya habíamos comentado algunas experiencias reales que acreditaban el poder sanador de las aguas de FUENSANTA. Desde hace siglos, contaban con un importante prestigio, pues se sabía que contribuían a la curación de ciertas enfermedades.
En este post os dejamos un nuevo caso práctico recogido por el doctor Carlos Mestre en el año 1853. Como sabéis, los médicos-directores del balneario de la Fuente Santa dedicaron extensos capítulos en sus monografías a la acción terapéutica de las aguas. En este caso, se relaciona la ingesta del agua de Buyeres con una enfermedad tan prevalente como la bronquitis.
S.G., de 24 años de edad, temperamento linfático, natural y vecino de Madrid, padecía desde hace dos años una bronquitis crónica para la que había empleado infructuosamente infinitos remedios. Habiéndole prescrito los profesores encargados de su asistencia el uso de las aguas sulfurosas, y teniendo que ir precisamente a Asturias, se dirigió a Buyeres de Nava. Los antecedentes que me dio el enfermo y los síntomas que presentaba, y que no expongo por ser bien conocidos, no me dejaron duda de que era una verdadera bronquitis crónica. Le aconsejé el uso del agua mineral en bebida, y que hiciese gárgaras con ella a causa de una pequeña y simple escoración en la cámara posterior de la boca. Esta se cicatrizó á los pocos días (…), la tos ya era menos frecuente y más húmeda, la voz más clara, y el apetito más aumentado. El alivio de esta dolencia se efectuó a beneficio de abundantes diaforesis.
A lo largo de siglos se han examinado y confirmado las propiedades del agua emanada de la Fuente Santa de Buyeres. Somos afortunados de que, en la actualidad, FUENSANTA continúe mejorando la salud de las personas al poner a disposición de la sociedad este recurso excepcional, objeto de investigación y validación a lo largo de la historia.
