Todo comienza en el cielo. El agua de la lluvia y de la nieve es el inicio de un largo viaje, tiñendo de verde bosques, montañas y valles, y convirtiéndose en la pureza de Agua Fuensanta, que transforma Asturias en un auténtico paraíso.
El agua inicia un largo camino desde la Sierra de Peña Mayor, a 1.250 m de altura. Recorre ríos, riachuelos, manantiales y bosques comenzando su filtración bajo la piel de Asturias. Un viaje de cientos de años para descansar en el corazón del Paraíso.
El secreto de FUENSANTA lo crea la magia de la filtración. Tiene un recorrido profundo y lentísimo a través de materiales calcáreos de la edad carbonífera. La velocidad del agua es diferente en el recorrido por el interior de la montaña y en las zonas más profundas puede ser tan sólo de medio metro a un metro al año. Esta filtración le da una composición mineral equilibrada y única.
Tras el largo recorrido, el agua descansa a más de 300 metros de profundidad en nuestro acuífero con una edad geológica de más de 10 mil años de antigüedad. El agua se mantiene inalterable preservando toda su pureza y mineralización durante siglos.
El agua finalmente se capta en el manantial del Balneario de FUENSANTA y es directamente embotellada, sin ningún tipo de manipulación humana, para conservar intactas toda su pureza y propiedades minerales.
Cada botella contiene miles de gotas del milagro de la naturaleza y un pequeño trozo de la historia de nuestro paraíso.
FUENSANTA nace en las montañas de Asturias y descansa a 300 metros de profundidad en el centro del Paraíso.
FUENSANTA es agua mineral natural declarada minero-medicinal desde 1846, por sus probadas cualidades terapéuticas.
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